Skyathos, Greece, 2009

Lumbral, Gallery, 2023

Atravesar el cuerpo. Apuntes para una reflexión sobre la obra de Alejandro Gómez de Tuddo

Abrir las puertas del propio estudio y compartir el recorrido de su trabajo es algo usual para un artista. Sin embargo, lo es menos para una crítica y curadora quien, por lo general, suele ser la visitante; pero al formar parte de un proceso de colaboración, surge la necesidad de replantear ciertos puntos para rectificar el análisis del proyecto.

Lumbral es un espacio in progress con vocación coparticipativa. Crear entonces un temporary studio de Alejandro Gómez de Tuddo en este lugar nos brindó la oportunidad de reflexionar sobre la construcción de un proyecto más complejo. Decidimos hacerlo entonces, enfocándonos en la cuestión del cuerpo, que atraviesa la historia del arte in primis y el pensamiento filosófico, como una constante en el trabajo del artista.

Para Gómez de Tuddo, el cuerpo es aparentemente un tema que responde al concepto de topos, y que en su obra cobra forma de territorio – cuyos bordes están, paradójicamente, desvanecidos –; un espacio donde convergen todas las temáticas, alrededor de las cuales gira su cuestionamiento ontológico. En realidad la definición de cuerpo no resulta totalmente coherente con los caracteres de la Figura, aún cuando este es tan sólo uno de los elementos que la expresan fragmentariamente, junto con el dato biológico, – tanto humano como animal –, las prótesis, los órganos, y la carne – que es distinta al espacio que la contiene y no necesariamente responde al bios –. Este concepto se manifiesta claramente en el corset-cuerpo del Ex voto, Roma, Italia (2006), y aún más en el readymade Marcapasos–Pacemaker (2023), que es carne en sí mismo, si se le considera una extensión hacia el encuentro con el otro, como queda claro en la nota que escribiera el amigo que se lo regaló al artista: “here is my heart that once inhabited my body”. A partir de esto último emerge una visión compleja que supera las fronteras de lo físico, de lo singular y de lo distinto¹. Componer una unidad es difícil, dentro de un esquema conformado por figuras, a menudo despedazadas, incumplidas o mutables. Estas figuras siempre completas. más no terminadas, presentes en diversas obras del artista, escapan a la representación de la fotografía, aún tratándose de retratos. Big Nude (2009) es, en este sentido, una expresión de la imposibilidad del cuerpo de adaptarse a una forma definida, como escribiera Gilles Deleuze² al referirse a la obra de Francis Bacon, lo cual resulta evidente al confrontarse con las fuerzas de tensión de ciertas imágenes del artista. Por ejemplo: Neshabur, Iran (2004) o la ya citada Big Nude, envuelta en un ambiente rojo que se expande en suturas quirúrgicas sobre el marco de piel que lo contiene y que aparentemente la exalta, pero en realidad constriñe la mutabilidad de la forma en una dimensión finita.

La ausencia de narración se repite en los varios objetos encontrados por Gómez de Tuddo, reunidos con ánimo de coleccionista y mirada de antropólogo: órganos en formol, miembros de cera utilizados en los ritos Candomblé, una corona de espinas o un ex voto, objetos que alimentan su búsqueda intelectual y visual. En algunos casos se trata de meros objetos de reflexión dentro de su atelier, pero en otros se convierten en obras readymade o, con mayor frecuencia, se encarnan (la expresión no es casual) en instalaciones que mezclan lo terrenal con lo sagrado, el rito mágico con el instrumento médico o científico, la cultura mitológica con la crónica de la humanidad, en recurrente sincretismo. Es así como hasta los viejos Instrumentos quirúrgicos para lobotomía (2008) se convierten en cuerpos; que aislados y sometidos a rayos X, uno por uno, ascienden, sobre las cajas de luz que los contienen, a la dimensión de los cuerpos que una vez intervinieron. Esto mismo sucede tanto a las imágenes de los espacios de los hospitales psiquiátricos, de donde provienen estos instrumentos, como a la serie de fotografías de cementerios, donde la representación del contenedor resurge en contenido, en constante exploración sobre lo material y lo espiritual.

Federica La Paglia

1. Véase la concepción de la carne en la obra de Merleau-Ponty, como elemento de apertura y encuentro con el otro; la carne y el mundo en continuidad el uno con el otro (M. Merleau-Ponty, Fenomenologíade la percepción, Ediciones Península, Barcelona 1975).
2. Véase Gilles Deleuze, Francis Bacon, Lógica de la sensación, Arena Libros, Madrid 2002.